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PISCINA. Oleos

 

En el penetrante trabajo de las piscinas, podemos ir mucho más allá y recrear márgenes de interpretaciones más sutiles, donde los cuerpos de los nadadores son difuminados y volatizados, perdiendo la fuerza presencial de la corporalidad.

Todo el entramado pictórico queda articulado por el efecto acuoso, que diluye las corporalidades, las masas y las volumetrías más consistentes, a la vez que el agua absorbe y engulle la fuerza lumínica del entorno, cristalizando una nueva superficie de pinceladas rápidas y fluidas, que danzan al ritmo de las ondas acuáticas.

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