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Javier Soto nace en Lazkao (Gipuzkoa) el 25 de enero de 1958. En esta pequeña localidad transcurre sus primeros cinco años, junto con su padres Justo Soto y Anunciación Antolino y otros dos hermanos mayores.​Desde muy pequeño llama la atención a diferentes profesores al observar la manera avanzada y calidad de los dibujos que realiza, siendo animado a proseguir en sus inquietudes.​

 

A los 22 años instala un primer estudio en Ordizia y posteriormente en Alzaga situado en plena naturaleza. La realización de las pinturas in situ le permite entrar en contacto directo con la naturaleza y establecer una relación con el entorno que de otra manera no hubiese sido posible.​La temática y la técnica evolucionan, fluyen a la par, siendo la respuesta a una nueva expresión.

 

Poco a poco, tras experimentar e indagar en nuevos conceptos, la temática de los bañistas y el surf va tomando cuerpo. Así, crea una serie de obras en las que el aspecto social y metafísico del individuo adquiere un protagonismo primordial en las creaciones.​​Javier Soto siempre ha permanecido independiente en su trabajo, creyendo en la evolución personal por el paso y el conocimiento, sin seguir las modas que presentan los círculos artísticos; cree verdaderamente en el concepto propio del autor. Gracias a ello, hoy en día sigue trabajando de manera incansable por conseguir desarrollar todas sus ideas y continuar mostrando al público las obras que salen de su alma.

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